Domingo XXII del tiempo ordinario

Misa 29 agosto 2021

Estos mandatos son vuestra sabiduría

Papa Francisco:  Jesús afronta un tema importante: la autenticidad de nuestra obediencia a la Palabra de Dios, contra toda contaminación  mundana o formalismo  legalista. Los escribas y los fariseos acusan a los discípulos de Jesús de no seguir los preceptos rituales según la  tradiciones.  Así pretendían golpear la autoridad de Jesús como maestro porque decían:  «Este maestro deja que  los discípulos  no cumplan  las prescripciones de la tradición».   Pero Jesús  replica  fuerte: «Bien  profetizó  lsaías de vosotros, hipócritas, según está escrito: «Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón  está lejos de mí.  En vano me rinden culto,  ya que enseñan doctrinas que son preceptos de hombres». Alteran la voluntad de  Dios, descuidando  sus mandamientos para cumplir las tradiciones  humanas». La  reacción de Jesús es severa porque es mucho lo que hay en juego: se trata de la verdad de la relación  entre el hombre y Dios, de la autenticidad de la vida de fe. El  hipócrita es un mentiroso, no es auténtico. El Señor  nos llama a reconocer, siempre de nuevo, eso que es el verdadero centro de la experiencia de fe, es decir el amor de Dios y el amor del prójimo, purificándolos de la hipocresía del legalismo y del ritualismo. El  mensaje del Evangelio hoy está reforzado también por la voz del apóstol Santiago,  que nos dice en síntesis cómo debe ser la verdadera religión,  que es «visitar a los huérfanos y a las viudas en su tribulación y conservarse incontaminado del mundo»; significa practicar la caridad  hacia el prójimo a partir de las personas  más necesitadas,  más frágiles, más marginadas.  Son las  personas  de las cuales  Dios  cuida de forma  especial, y nos pide a nosotros hacer lo mismo (2-9-2018).

SEÑOR TU ERES MI ÚNICO DIOS- QUIERO RESPONDER CON OBRAS DE VIDA ETERNA A ESA FE DEL CORAZÓN Y A ESA CONFESIÓN DE MI BOCA. ¡AYÚDAME A QUE MI CORAZÓN SE RINDA ENTERO A TI, SEA FUENTE PURA DONDE NO PUEDA BROTAR NADA NOCIVO, NADA SUCIO, SINO TU BONDAD QUE HAY EN MI , QUE TIENDA A DIFUNDIRSE , PARA QUE LOS DEMÁS , ESPECIALMENTE LOS MÁS NECESITADOS , VEAN TU AMOR Y TU MISERICORDIA .