Domingo XV del Tiempo ordinario

Misa 11 de julio 2021

  Ellos salieron a predicar la conversión

LAS CANCIONES DE  ESTE DOMINGO EN MISA  NOS DICEN QUE  DEBEMOS EVANGELIZAR Y

SER miles de llamas candentes  oponen su luz ante la oscuridad. Miles de almas que entienden que son luz de guía para los demás…

( Evangeliza) . ADEMÁS DE SER COMO MARÍA , sencilla misionera,

elegida mensajera… ( Tierra de María )

Papa Francisco: El  Evangelio de hoy narra el momento en el que Jesús envía a los Doce en mi si ón .  Se detiene en el  estilo del enviado, que podemos resumir en dos puntos:  la misión  tiene un centro; la misión tiene un rostro.  l. El discípulo misionero tiene antes que nada su centro  de referencia, que es la persona de Jesús.  La narración   lo indica usando una serie de verbos  que lo tienen a él  por sujeto -«llama », «comenzó a mandarlos», «dándoles poder»,  «ordenó»,  «les dijo»-, así que el ir y el obrar de los Doce aparece como el irradiarse desde un centro,  la presencia y la obra de Jesús en su acción misionera. Esto manifiesta cómo los apóstoles  no tienen nada propio que anunciar,  ni  propias  capacidades que demostrar,  sino  que hablan y actúan como «enviados»,  como mensajeros de Jesús.  Este episodio evangélico se refiere tam­ bién a nosotros, a todos los bautizados, llamados a testimoniar, en los distintos ambientes de vida, el Evangelio de Cristo. Y también para nosotros esta misión es auténtica  solo a  partir de su centro inmutable que es Jesús.  No es una iniciativa  de los fieles  ni  de los grupos y tampoco de las grades  asociaciones,  sino que es la misión de la Iglesia  insepa­rablemente unid a  a su Señor.  Ningún cristiano  anuncia el  Evangelio  «por sí», sino solo enviado por la  Iglesia  que ha recibido el mandato de Cristo  mismo.  Es  precisamente  el bautismo lo que nos hace misioneros.  Un bautizado qu e no siente la necesidad de anun­ciar el Evangelio, de anunciar a Jesús, no es un buen cristiano. 2. La segunda  característica del estilo del misionero es, por así decir, un rostro, que consiste en la pobreza de medios. Su  e quipamiento responde a un criterio  de sobrieda d.  Los  Doce,  de hecho,  tienen la orden de «llevar para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni  alforja,  ni dinero suelto en la faja».  El  Maestro los quiere libres y ligeros, sin apoyos  y sin favores, seguros solo del amor de él que les envía, fuertes solo por su palabra que van a anunciar.  El bas­tón  y las sandalias son  la dotación  de los  peregrinos,  porque tales son  los mensajeros del reino de Dios,  no gerentes omnipotentes,  no funcionarios  inamovibles.  La situación  de Jesús, que fue  rechazado y crucificado; prefigura el destino de su mensajero. Y solo si  estamos unidos a él,  muerto y resucitado,  conseguimos  encontrar la valentía  de la . evangelización. Que la Virgen María, primera discípula y misionera de la Palabra de Dios,-nos ayude  a llevar al  mundo el mensaje  del Evangelio  en un jubilo humilde y radiante,más allá de todo rechazo, incomprensión o tribulación {15-7-2018).