Misa 6 de septiembre 2020

Homilía XXIII Domingo del tiempo ordinario

   Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo 

 El Señor nos pide siempre dar un paso decidido y seguro hacia los hermanos, renunciando a la pretensión de ser perdonados sin perdonar,  de ser amados sin amar. Solo si ayudamos a desatar los nudos de la violencia, desenredaremos la compleja madeja de los desencuentros: se nos pide dar el paso, atrevernos una corrección que no quiere expulsar sino integrar; ser caritativamente firmes en lo que no es negociable; construir la paz, y levantar juntos los ojos  al cielo: Él es capaz de desatar aquello que para nosotros parece imposible, Él nos prometió acompa­ ñarnos hasta el fin de los tiempos, y Él no va a dejar estéril  tanto esfuerzo {10-9-2017) PAPA FRANCISCO