Misa 31 de enero 2021

Homilía IV Domingo del tiempo ordinario

« Todo el mundo te busca «

Papa Francisco: El  Evangelio de este domingo forma parte de la narración  más amplia conocida como la  «jornada de Cafarnaún».   En el centro del  pasaje de hoy está el evento del exorcismo, a través del cual Jesús es  presentado como profeta poderoso en palabras y en obras. l. Él entra en la sinagoga de Cafarnaún en sábado y se pone a enseñar; las personas permanecen  sorprendidas  por sus palabras, porque no son palabras comunes,  no se parecen a lo que escuchan  normalmente.  Los escribas enseñan,  pero sin tener una autoridad propia. Jesús enseña como uno que tiene autoridad,  revelándose  así como el Enviado de Dios, y no como un simple hombre que debe fundar la propia enseñanza solo sobre las tradiciones precedentes. Jesús tiene unaautoridad plena. La gente comentaba: « U na enseñanza nueva, expuesta con autoridad».

Al mismo tiempo, Jesús se revela poderoso también en las obras. En la sinagoga de Cafarnaún hay un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se manifiesta gritando «¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres:  el Santo de Dios».  El diablo  dice la verdad: Jesús ha venido para destruir al diablo, para destruir al demonio, para vencerlo. Este espíritu inmundo conoce el poder de Jesús y proclama también la santidad.  Jesús le grita, diciéndole: «Cállate y sal de él ».

Estas pocas palabras de Jesús bastan para obtener la victoria sobre Satanás, el cual sale de ese hombre «retorciéndole violentamente». El poder de Jesús confirma la autoridad de su enseñanza.   Él no pronuncia solo palabras, sino que actúa. Así manifiesta  el pro­ yecto de Dios con las palabras y con el poder de las obras. Jesús revela el amor de Dios tanto con la predicación  como con innumerables gestos de atención y socorro a los en­ fermos, a los necesitados, a los niños, a los pecadores. Jesús es nuestro Maestro, poderoso en palabras y obras. Jesús nos comunica toda la  luz que il u mi na las calles,  a veces oscuras, de nuestra existencia; nos comunica  también  la fuerza  necesaria  para superar  las dificultades, las pruebas, las tentaciones. i Pensemos  en la gran gracia que es para nosotros haber conocido a  Dios, tan poderoso y bueno!  Un  maestro y un amigo, que nos indica el camino y nos cuida, especialmente cuando lo necesitamos {28-1-2018).